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AES y la Protección Contra Incendios
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Introducción

La Protección Contra Incendios, en adelante PCI, es una rama de actividad fundamental en cualquier tipo de edificio o establecimiento, y que se rige tanto por criterios de seguridad como de edificación.

Su instalación y mantenimiento están sujetos a una regulación muy estricta, dependiente del Ministerio de Industria y de otras entidades e instituciones locales y europeas.

Estos sistemas activos de PCI se pueden clasificar en las siguientes categorías:

  • Sistemas de detección y de alarma de incendio
  • Sistemas de abastecimiento de agua contra incendio
  • Sistemas de hidrantes contraincendios
  • Sistemas de extintores de incendio
  • Sistemas de bocas de incendio equipadas
  • Sistemas de columna seca
  • Sistemas fijos de extinción por rociadores automáticos y agua pulverizada
  • Sistemas fijos de extinción por agua nebulizada
  • Sistemas de extinción por espuma física
  • Sistemas fijos de extinción por polvo
  • Sistemas fijos de extinción por agentes gaseosos
  • Sistemas fijos de extinción por aerosoles condensados
  • Sistemas para el control de humos y calor

Los cuales se agrupan en dos grandes tipos, como son los sistemas de detección y los de extinción.

Los sistemas de detección tienen un funcionamiento y estructura más parecido a los sistemas anti-intrusión, al estar concebidos como una serie de detectores (detectores de humos, de gases, térmicos y de radiación) conectados a una centralita, la cual interpreta las señales recibidas desde aquellos y gestiona las alarmas en modo local, mediante dispositivos de evacuación  acústicos o luminosos y otras actuaciones y, en algunos casos, a un centro de gestión de alarmas a través de una “señal de fuego” que llega desde el sistema de anti-intrusión. En el sistema de detección de PCI también puede haber pulsadores de alarma manual para facilitar el accionamiento humano de la señal de alarma.

En cambio, los sistemas de extinción están diseñados para extinguir o al menos mitigar/ralentizar la propagación del fuego.

El sistema de extinción más habitual es el basado en agua pulverizada, y sus elementos básicos son los rociadores, BIEs e hidrantes. Además, estos han de estar abastecidos en grandes centros desde aljibes, depósitos y equipos de bombeo. El agua es abastecida a todo el sistema mediante una red de tuberías que ha de cumplir unas estrictas normas constructivas y de instalación.

Además, hay sistemas de extinción de fuego mediante agua nebulizada, espuma física, inertización (reducción del oxígeno como medio de combustión), por agentes extintores gaseosos, por polvo y por aerosoles condensados.

Por último, nos encontramos con los extintores, que son elementos portátiles destinados a la lucha contra fuegos incipientes, o principios de incendios. Los extintores difieren según el tipo de fuego para el que están destinados, y la carga de agente extintor que contienen.

 

El papel de AES en la Protección Contra Incendios

La Asociación Española de Empresas de Seguridad, con una trayectoria de 40 años, tiene una dilatada experiencia en los sistemas electrónicos de seguridad, trabajando en las diferentes facetas de los mismos, como son la promulgación de normas y disposiciones legales, el desarrollo, la investigación y la mejora de equipos y métodos.

También AES tiene una gran experiencia en todo lo relacionado con las Centrales Receptoras de Alarmas, ligadas al sistema de seguridad.

En cuanto a las señales de alarma del sistema de detección de incendios, en la actualidad y como se adelantaba más arriba, son a menudo gestionadas en C.R.A.s de seguridad, como una “señal de fuego” procedente de la centralita de seguridad.

No hay una legislación clara en cuanto al tratamiento de esas señales de incendio, ni sobre los centros desde donde se deben gestionar. Sin embargo, ya en el RIPCI se contempla una evolución por la cual estas señales del sistema de detección de PCI se puedan enviar directamente desde la centralita de incendios a centros de control. Ello permitirá, no solo recibir solo una “señal de fuego” procedente de una de las zonas de la centralita de seguridad, sino aprovechar todo el potencial de la centralita de incendios, recibiendo ya señales por zonas del sistema de detección, fallos del sistema, señal de pulsador de alarma, etc.

Así y teniendo en cuenta las similitudes en cuanto a la filosofía indicadas en la introducción, entre los sistemas de detección de incendios y de anti-intrusión, y las posibilidades de evolución en el envío de alarmas de PCI desde la centralita de incendios a centros de control, se abre un amplio abanico de posibilidades en el que AES puede tener una presencia muy relevante.

Se tendrán que definir y legislar las exigencias de seguridad que han de cumplir esos centros de control (al igual que sucede en la actualidad con las C.R.A.s), los protocolos de actuación según los tipos de señales de incendios que se reciban, involucrar a bomberos y emergencias, etc.

Por último, se abren las posibilidades de realizar mantenimientos remotos del sistema de detección de incendios desde estos centros de control, sustituyendo o complementando a los actuales mantenimientos trimestrales.

Todo ello ha de concluir en una mayor profesionalización en el funcionamiento de los centros de control para señales de incendio y en la gestión de estas alarmas de incendio.